Ayer la Terapeuta Ocupacional Sara jorquera hablaba sobre la integración sensorial en el canal Ser Madrid.
“La integración sensorial es la capacidad de procesar correctamente
los estímulos sensoriales de nuestro entorno, y generar las repuestas
adecuadas” explica Sara Jorquera, directora del Centro de Atención
Temprana Aytona ‘Jugar y Crecer’.
Es un proceso inconsciente del cerebro, “ocurre sin que haya que
pensar en él conscientemente, como por ejemplo la respiración”, y
organiza la información que detectan los sentidos. A través de él se da
significado a las experiencias clasificando toda la información y
seleccionando lo importante. “Como escuchar al profesor e ignorar el
resto de los ruidos de la calle” matiza Jonquera que apunta que también
“nos permite actuar o responder a la situación que experimentamos de un
modo significativo”, lo que se conoce como respuesta adaptada. Tal esa
así que este proceso constituye la base del aprendizaje académico y
comportamiento social.
Los problemas de procesamiento sensorial, “interpretar correctamente
los estímulos sensoriales”, están relacionados con un mal funcionamiento
neurológico y en estos trastornos, el cerebro no sabe trabajar de forma
funcional.
El Sistema Nervioso debe organizar todas las sensaciones para que la
persona pueda moverse y aprender a comportarse de manera productiva.
“El cerebro localiza, clasifica y ordena las sensaciones, igual que un
agente de tráfico organiza el tráfico en un cruce y cuando las
sensaciones fluyen de forma organizada o integrada, el cerebro las
utiliza potencialmente para crear percepciones, comportamientos y
aprendizaje” señala la directora del Centro de Atención Temprana Aytona
‘Jugar y Crecer’, “cuando el flujo de sensaciones es caótico, la vida
puede ser como un embotellamiento de tráfico en hora punta. Eso sí, no
hay que olvidar que este agente de tráfico, necesita ser entrenado para
poder ejecutar correctamente esta tarea de dirigir, puesto que en caso
contrario, puede crear un caos a nivel neurológico, generando respuestas
incorrectas, que no se adaptan al entorno”.
Cuando el niño no tiene las habilidades necesarias para procesar de
forma correcta las informaciones que percibe a través de los sentidos,
se habla de “problemas en la integración sensorial”; en este caso los
niños pueden no saber cómo reaccionar a las situaciones nuevas, porque
no saben responder correctamente a los estímulos sensoriales que reciben
y esto se ejemplifica en dificultades para aprender a hablar, retrasos
psicomotrices, dificultades de aprendizaje, problemas de comportamiento
por no saber reaccionar ante las distintas situaciones… “Cuando el niño
tiene problemas para interpretar las sensaciones, sus respuestas pueden
verse alteradas” concluye Jorquera.
Más información en www.terapiainfantil.es.
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